Reflexiones - Qué pequeños nos hacemos cuando crecemos ...

Según vamos creciendo perdemos esa respiración abdominal, esa conexión con la tierra, el instinto y la intuición. Cuando somos pequeños somos sencillos, inocentes, no juzgamos, todo es posible porque no tenemos instaurado todavía un sistema de creencias. Por todo esto los niños se mueven desde el corazón.

Cuando vamos creciendo la respiración se instala más arriba, en los pulmones, perdiendo esa respiración abdominal tan valiosa. Nos vamos a la mente, nos volvemos racionales, empezamos a juzgar y dejamos que nuestro sistema de creencias nos limite. A los mayores nos cuesta más respetar otras formas de pensar y actuar hasta el punto que nos olvidamos que cada persona es libre de ser y existir como cada uno sienta con sus circunstancias. Nos gusta imponer nuestro criterio a los demás y hacerles ver quién tiene la razón. De esta forma el corazón del adulto se vuelve más pequeño porque piensa su vida, en vez de sentirla. Esto nos hace vivir con miedo, anticiparnos a las cosas preocupándonos y perdemos esa confianza que nos trasmite el vivir desde el corazón. Olvidamos que no se trata de ponerle mente a las cosas sino corazón. Olvidamos que no se trata de obtener la razón sino de tratar a las personas con amor.

La grandeza de las personas no se mide por su edad, ni por su estatura ni por su economía,. La grandeza de las personas se mide por su corazón.

Dejar a un lado el ego, los enfados y el condenar las acciones de los demás nos libera y nos permite ver que realmente es un problema conmigo mismo y no con los demás porque mi mente secuestró a mi corazón.

No dejes que crecer sea un impedimento para permitir que tu corazón te guíe!! ❤

En mi mundo todo es posible… ¿Y en el tuyo?

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