Reflexiones - Consumir a cualquier precio


Reflexiones - Consumir a cualquier precio

No nos conformamos con consumir y consumir a cualquier precio productos y animales. La mayor representación de la sociedad capitalista es ahora comprar bebés.

La maternidad subrogada y los vientres de alquiler cada vez están más de moda. Actualmente aumentan drásticamente en todo el mundo los problemas de fertilidad por nuestro estilo de vida moderno artificial. En vez de tomar conciencia y cambiar, vamos más allá. Somos capaces de comercializar con vidas humanas. Padres con dinero compran hijos a países pobres y a mujeres aún más pobres. Esta es una manera permitida de contribuir a erradicar la pobreza y que la gente pueda tener hijos. Estos bebés son dados a luz por madres que gestan en su vientre a las criaturas para terceros.

Con la pandemia estos bebés se han amontonado en un hotel esperando que los que los han comprado puedan entrar al país y recogerlos. Como el que va a una fábrica a recoger su paquete. No nos basta con comercializar con animales sino que lo hacemos hasta con nosotros mismos. Esta es la realidad del nivel de conciencia del siglo XXI. Las financiaciones para estudios científicos cada vez avanzan más para a partir de nuestras células madre crear órganos para poder sustituirlos por otros que fallen. Como el que cambia piezas a un juguete o a un automóvil. Con la diferencia que ellos son productos y nosotros seres humanos.

La salud se ha convertido en un producto. No interesa ir a la causa real de las enfermedades. Destinan nuestro dinero de los impuestos que pagamos mensualmente a demostrar científicamente el sistema de salud que interesa por la rentabilidad que deja. Convirtiendo así nuestra salud en un negocio redondo consumiendo de la industria alimenticia primero y luego así haciéndonos esclavos de la industria farmacéutica. Mientras tanto nos ahogamos con el aire contaminado que respiramos, nos alimentamos de comida artificial, procesada y transgénica, y participamos como locos en la carrera por el dinero trabajando en empresas que solo buscan crecer mas que el año anterior y aumentar el producto interior bruto de los países.

Así medimos la riqueza de las sociedades desarrolladas, por su crecimiento económico y no por su calidad de vida y respeto por el medio ambiente y la naturaleza.

Salirse de este disparate de sistema de vida no solo es necesario sino inteligente. Solo se necesita una cosa. Conciencia.

Alma de Tao

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